La estafa nigeriana

En este artículo analizamos uno de los fraudes más extendidos en internet, desvelando sus mecanismos, las tácticas utilizadas por los estafadores y las claves para evitar caer en este tipo de engaños.

La estafa nigeriana es una modalidad de fraude que, a través del uso de correos electrónicos masivos, busca captar víctimas con la promesa de acceso a grandes sumas de dinero. Estos correos suelen narrar historias inverosímiles que incluyen herencias sin herederos, premios de lotería, fondos robados o subvenciones internacionales, a los que el estafador afirma tener acceso, pero no puede cobrar sin la ayuda de la víctima.

Existen diferentes variantes de las estafas nigerianas, que han evolucionado desde los métodos tradicionales a versiones más modernas y sofisticadas. Aunque los mensajes que llegan a las víctimas suelen variar, estos son los tipos más comunes de estafas nigerianas:

Estafa nigeriana - Nieto Martínez Abogados - Especialista en Derecho Penal - Experto en Derecho de Ciberdelincuencia

  1. Estafa nigeriana clásica: Un supuesto funcionario gubernamental o empleado de una oficina bancaria contacta con la víctima, alegando que una familia adinerada necesita sacar su fortuna del país debido a problemas políticos o persecuciones. A cambio de su ayuda para realizar transferencias bancarias a nombre de la familia, la víctima es prometida una cuantiosa recompensa económica.
  2. La hija de Aisha Gaddafi: Esta variante utiliza la figura de la hija de Gaddafi, en la que el estafador envía correos electrónicos con propuestas de negocio, mencionando una herencia de 2 millones de euros bloqueados en un banco británico. La víctima es inducida a creer que recibirá un 30% de la suma si ayuda a desbloquear el dinero.
  3. Regalo de mascotas: El estafador, con un mensaje mal redactado, ofrece regalar una mascota (generalmente de razas populares) pero solicita a la víctima que cubra los gastos de transporte. El animal nunca llega y el dinero pagado se pierde.
  4. Profesionales del ejército que buscan propiedades: En esta modalidad, el estafador se presenta como un militar que desea invertir en propiedades, pero que no puede gestionar directamente el dinero porque proviene de actividades petroleras. Solicitan al vendedor que cubra ciertos gastos de la compra, que nunca se materializa.
  5. La tarjeta de débito de 500 millones de euros: El estafador afirma tener una tarjeta de débito con una enorme suma de dinero, pero solicita ayuda para activarla. La operación supuestamente falla, y la víctima es convencida de hacer una transferencia de 100 o 200 euros para resolver el problema.
  6. Falso ganador de lotería: Los estafadores envían correos electrónicos informando a la víctima que ha ganado un premio de lotería de 50.000 euros. Para reclamar el premio, solicitan el pago de supuestos gastos administrativos, que nunca resultan en la entrega del premio.
  7. Herencias en Estados Unidos: En esta versión, la víctima es informada de que ha heredado una fortuna en Estados Unidos, pero debe proporcionar datos personales y pagar ciertos gastos de gestión para acceder a la herencia.
  8. El timo del entierro: En algunos casos se pide ayuda financiera para cubrir los gastos de un entierro digno para un prisionero inocente o para su defensa legal, apelando a la compasión de la víctima.
  9. Estafas amorosas: Las plataformas de citas online son otro objetivo. Mediante el catfishing, el estafador finge una relación romántica para ganarse la confianza de la víctima y luego pedirle dinero para resolver situaciones urgentes o personales.

El estafador, apelando a la buena fe y avaricia de la persona que recibe el correo, ofrece una generosa compensación económica a cambio de su colaboración. Para hacer creíble el engaño, el defraudador suele proporcionar detalles ficticios sobre el supuesto fondo y la situación legal que le impide cobrarlo directamente, solicitando la ayuda de la víctima para ingresar los fondos en su cuenta bancaria.

Una vez que la víctima muestra interés en colaborar, el estafador solicita información personal, como el número de cuenta bancaria y copias de documentos de identidad, bajo la excusa de necesitarlo para agilizar trámites administrativos. Posteriormente, llega el núcleo de la estafa: el defraudador pide un adelanto económico para cubrir gastos inesperados, como sobornos, impuestos o tasas administrativas.

Si la víctima realiza este primer pago, el estafador continuará solicitando más dinero bajo distintos pretextos, incrementando las cantidades hasta que la víctima se percate del fraude. Para entonces, los daños financieros y el robo de información personal ya pueden ser considerables.

Es fundamental desconfiar de correos electrónicos no solicitados que ofrezcan grandes sumas de dinero a cambio de una «pequeña» ayuda. En Nieto Martínez Abogados, ofrecemos asesoramiento legal para personas afectadas por fraudes y estafas de esta naturaleza. Es crucial proteger tanto la información personal como los activos financieros ante este tipo de engaños, y actuar rápidamente si se sospecha haber sido víctima de una estafa.

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